El desarrollo de los niños entre los 6 y los 10 años: una etapa clave

Llegan los 6 años y los niños ya hablan, caminan, corren, juegan… No paran de crecer y poco a poco van quedando atrás muchos de los conflictos de los años anteriores para entrar de lleno en una nueva etapa. También van dejando atrás el mundo imaginario para ir entrando en un mundo de realidad, razón y lógica: palabras y números, la hora, el día y la noche, el paso del tiempo… El desarrollo y lo que van a aprender entre los 6-10 años será lo que defina en gran parte su personalidad adulta.

Físicamente siguen creciendo pero tienden a adelgazar y ya no son tan “redonditos” como antes. Van perdiendo los dientes de leche. Y son activos, muy activos. Los veremos en el recreo corriendo y jugando sin parar, inagotables con sus amigos.

Los niños tienen una curiosidad infinita y se fomentará el aprendizaje de nuevas habilidades. Ya sabes que estamos en la etapa del “¿por qué?”. Quieren saberlo todo. Empiezan a manejar conceptos abstractos. Descubren que detrás de las palabras hay un significado y que los números se pueden operar. Se concentran y memorizan mejor.

Salir del jardín de infancia para entrar en el cole abre una nueva etapa en el desarrollo de sus habilidades sociales. Los niños descubren que hay un grupo además del familiar: los amiguitos. Establecen nuevas relaciones sociales y entre los 6 y los 10 años se van formando pandillas y fuertes lazos de amistad. ¿No es ahora cuando les preguntamos por sus mejores amigos? Aprenden la generosidad, a compartir y a razonar con argumentos; pero también aparece la intimidad, la independencia y la timidez. Con esta edad descubren las responsabilidades y las consecuencias de los actos, así como lo correcto y lo incorrecto.

En definitiva es una etapa maravillosa en la que los padres tenemos una responsabilidad absoluta sobre el futuro: se está formando una persona.